lunes, 23 de octubre de 2017

festival de mujeres por la paz





Por Jenny Giraldo García

Liliana Alzate Cuervo estuvo en el Festival Mujeres en Escena por la Paz presentando su obra Con secuencias y  su libro ¿Cuál es su problema fundamental? Diálogos con Santiago García. Actriz, dramaturga, crítica teatral, docente, autora del libro Teatro femenino: una dramaturgia fronteriza y fundadora de La Luna Dá, un proyecto artístico en Barichara (Santander).

Cuando Liliana Alzate Cuervo viajaba en bus desde Barichara hacia Bogotá para asistir al Festival de Mujeres en Escena por la Paz recordó esas primeras veces, un festival muy pequeño, con solo dos salas abiertas, un festival que se preguntaba si los hombres debían participar. Hoy, este espacio convoca incluso a artistas internacionales y acoge propuestas que, dirigidas por personas de cualquier género, ponen a las mujeres en el centro de la reflexión y la creación. Ahora que Liliana acaba de presentar su obra Con secuencias, ve muy claro que este festival tiene sentido, que la magnitud que ha tomado demuestra que las mujeres sí están activas en la escena teatral y que hay mucho por decir y mostrar.
Con secuencias es el resultado de muchas búsquedas y confrontaciones personales. Es una obra que reúne a los personajes femeninos que por múltiples razones Liliana no ha podido llevar a escena, que tiene en cuenta el carácter cíclico de las mujeres, representado en las fases de la luna, y que aborda los diferentes momentos por los que pasa una mujer a largo de su vida, arquetipos que fue reconociendo con experiencia e investigación: la virgen, la bruja, la madre y la sabia. Esto, atravesado por un hilo conductor o, quizás, un cordón umbilical: la presencia de su hija, María Antonia, haciendo el papel de Caperucita loba.
Hace cuatro años, cuando Liliana llegó a vivir a Barichara, tenía la idea de no volver a hacer teatro, pero un día, cuenta ella,  la luna la iluminó. “Fue una luz impresionante”. Esa noche, comprendió que el teatro no necesitaba grandes recursos técnicos, que la luna era suficiente y que no podía abandonar ese arte con el que ya había vivido más de 20 años. Así que empezó a trabajar. En su proceso de investigación se encontró con las mujeres del territorio, logró un trabajo –que continúa– de recuperación de la memoria; se encontró con la cultura ancestral de los guanes, población indígena que habitó parte del territorio santandereano y con sus tejidos. Todo esto ha nutrido su propuesta artística.
Vivir en este municipio santandereano, al margen del vértigo citadino, le permitió mirarse hacia adentro, recorrer su historia como creadora, como mujer, actriz y madre. Tomó los conocimientos recogidos en un trabajo que había desarrollado con la maestra Beatriz Camargo y así comenzó a darle forma a esta propuesta. “Me dan ‘jartera’ los monólogos, pero como creadora, necesitaba un proceso para enfrentarme conmigo misma, con esos tintes empecé a trabajar la obra”. Así, Liliana volvió a La maestra, de Enrique Buenaventura; a Lilith, a Sor Juana Inés de la Cruz, a quien ella le había escrito una carta; y a Soy una mala mujer, un poema de Nitage Shange, que había ya trabajado en una obra llamada Mujeres feas. Con todos estos elementos, Liliana hizo su obra  “Y es Con secuencias porque se trata de eso: las secuencias de la vida y sus consecuencias”.

Todas estas mujeres con sus arquetipos y sus lunas están atravesadas por un ser que Liliana descubrió en sus indagaciones: Caperucita loba. Esta Caperucita existió gracias a María de las Estrellas, una poeta nadaísta que murió a las 14 años y que, quizás por 1977, cuando apenas tenía 10, escribió un pequeño cuento en el que una niña se comía a un lobo, controvirtiendo la historia que conocemos desde Perrault hasta nuestros días. La hija de Liliana, que no quiere ser actriz, ha crecido con este personaje. Ella, desde su lugar de madre, sabe que pronto, por los intereses y por la edad, ya no tendrá a su Caperucita loba y que habrá que pensar alternativas para la escena. Una decisión difícil cuando la razón por la que está ahí es, precisamente, porque es una de las consecuencias importantes de su vida.
Liliana Alzate Cuervo, a partir de un viaje que pretendía que fuera un retiro, ha encontrado en la magia del teatro una posibilidad para sanar, para asumir de otras formas su feminidad y su maternidad, para verse a sí misma, a su hija y a las otras mujeres. Este teatro no se hace sólo para el público, para ser visto. Es un teatro que existe también por la necesidad profunda de una mujer de entender, cuestionar y reivindicar su lugar en el mundo y en las artes.

Para conocer más el proyecto de Liliana pueden visitar:

Blog de Liliana Alzate Cuervo

Reseña sobre Teatro femenino: una dramaturgia fronteriza

Página de La Luna-Dá en Facebook






gacetilla  sobre Libros: 



Libro ¿Cuál es su problema fundamental? diálogos con Santiago García 
Esta investigación fue iniciada como parte de una investigación titulada: “Enrique y Santiago fuera de camerinos” como producto de una beca de creación en periodismo cultural otorgada por Colcultura en 1995. El trabajo completo fue entregado en 1997 después de un año de investigación y de charlas con los maestros. Así mismo se produjo un video documental que fue emitido en el canal nacional: La cena: encuentro de  dos vidas. Sigue  un tanto inédito en el medio teatral. Durante diez años la autora continuo su seguimiento a las producciones de Santiago García, y su actualización se finalizado en el 2016, año del Cincuentenario del grupo La Candelaria.
Considerando su vital legado artístico y la dimensión de la búsqueda estética conjunta con el grupo, queremos compartir con los lectores este testimonio de voces, que no pretenden definir a Santiago, pero en cambio sí ubicar el valor de sus miradas; mi resultado es este libro de gratitud y homenaje, a nivel teatral y humano,  a la vida de este gran maestro latinoamericano; reconocido  creador escénico del teatro en Colombia,  Europa y el mundo.
En este texto, Liliana Alzate Cuervo, reúne con una perspectiva crítica, el conjunto de  conversaciones que sostuvo  con uno de los más importantes maestros de la historia del teatro colombiano moderno. Como en un atrapa sueños  la escritura hilvana  las charlas  que Alzate sostuvo con García,  en diversos encuentros desde el año 1997 hasta el año 2000;    conservatorios  donde  él fue dibujando con su propia voz,  una trayectoria  artística   iniciada en los años 50,   que se remonta hasta la primera década el siglo XXI;  una historia  de creaciones escénicas, entretejida con archivos de testimonios de sus amigos artistas, de críticos, de colegas, que desde  diversas visiones, memorias, controversias  y miradas, contribuyeron  a ubicar  las utopías, las coordenadas y las  fuentes profundas de su legado artístico.
Comparto apartes de la introducción apartes de la introducción LA VISIÓN POLIFACÉTICA DE SANTIAGO GARCÍA EN UN LARGO DIÁLOGO CON LILIANA ALZATE del maestro Carlos Jose Reyes.
El fructífero conversatorio para el libro aquí presnetado.  de Liliana Alzate con Santiago explora distintos aspectos de su personalidad, su humor cáustico y su capacidad de investigación y creación en el quehacer tea-tral…..todos sus montajes están descritos en la investigación de Liliana por medio de la propia voz de Santiago García o por su directa visión de las obras y dan cuenta de la amplia versatilidad del director del teatro La Candelaria.  En el trabajo de Liliana Alzate, en sus diversos capítulos y etapas, se observa una novedosa aproximación a la vida y obra de Santiago García. …CJR
Liliana llega al punto de mostrar otra faceta y única de Santiago García: su acercamiento a la ciencia contemporánea, la astronomía, los estudios de Mijaíl Bajtín sobre Rabelais o Dostoievski, el carnaval o el cronotopo (tiempo y espacio), enunciado por Einstein y estudiado por el investigador ruso en su relación con la literatura, la teoría del caos o el principio de la incertidumbre, estudios de física cuán¬tica o geometría fractal, semiología y otras ciencias que Santiago García ha usado en forma realmente experimental para el teatro, y digo realmente experimental, pues muchos grupos abusan del término para definir un trabajo de aficionados hecho sin el rigor y la novedad creativa que ha demostrado García a lo largo de su proceso como inventor de un nuevo teatro en Colombia. Liliana complementa su trabajo con la relación de Santiago con el cine o la música, artes que cultivó de una u otra manera a lo largo de su vida teatral. CJR
 “…..un diálogo de años con Santiago García, descrito con minuciosidad, por la investigadora y crítica teatral Liliana Alza¬te Cuervo, que en este libro, cuyo título parte de una frase característica del maestro García: ¿Cuál es su problema fundamental? aborda la pluralidad de facetas que fue descubriendo en la vida y obra de Santiago García que ella siguió con la asiduidad y constancia de una investigadora con espíritu científico, tratando de hacer el perfil más completo posible de un creador al que había visto en las duras y las maduras, en sus momentos de efervescencia creadora, así como en sus encrucijadas de duda y reflexión, en la búsqueda constante de nuevas formas expresivas…. El libro de Liliana Alzate avanza en las distintas etapas del trabajo del maestro García, hasta concebir su propia forma de encarar la creación colectiva al lograr la consolidación de un grupo estable, dedicado de lleno a la investigación y la creación escénica, con sólidos requerimientos éticos para encarar a través del teatro una expresión perturbadora y crítica de la realidad nacional” Carlos Jose Reyes. 





Segunda edicion : Teatro Femenino : Una dramaturgia fronteriza  Editorial Univalle

La presente charla una muestra una investigación que estudia la significación del hecho escénico femenino del siglo XX, con el propósito de introducir categorías y formas novedosas de analizar, ver y sentir las escrituras del teatro de mujeres en Colombia. El drama escrito por mujeres profesionales del teatro muestra diversos hilos dramáticos: desde lo históricos hasta los ancestrales. Develando la imagen de la mujer al margen, denegada por el hombre, como imagen de una mujer omitida, como reflejo de la deshumanización de la sociedad; en contraste con la mujer de conocimiento, guardiana de la ley de origen, sacerdotisa, médica, educadora, creadora, que es la imagen de la mujer sabia ancestral, no reconocida como ejemplo, porque es una mujer casi borrada, mujer colombiana escamoteada, o por fuera de la historia.
Un cambio de punto de vista, la mirada de un observador desde dentro de la frontera, obliga al lector a enfrentar enormes prejuicios replicados por siglos, ideas sobre la condición de inferioridad social, sexual, laboral, y política de la mujer;  creencias que se presentan como fuertes obstáculos de interpretación de su rol social, paradigmas de patriarcalismo, que aún dominan el imaginario simbólico y cultural y en algunos casos el escenario académico y científico de las sociedades actuales latinoamericanas.
Esta otra lectura dramática, la femenina, contempla la imbricación de texto –representación-publico, específicamente bajo la lectura del cuerpo. En ese aspecto se detiene a observar el lugar y la presencia tanto del cuerpo-voz de los personajes femeninos, como el sentido de la construcción de las masculinidades en las obras de las creadoras escogidas.

Esta  presentación de la segunda edición se realiza con el fin de dar una mayor relevancia y difusión a los contenidos de la propuesta de la investigadora Liliana Alzate Cuervo ; tanto las obras escogidas como su análisis,  suscitan en el mundo académico profundos interrogantes frente a los conceptos de Performance cultural y Dramaturgias vivas,  esclareciendo desde sus enfoques, que el rol femenino a jugar en la construcción del conocimiento,  no es solo reflexión de mujeres,  sino reflexión crítica sobre toda la cultura.





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