domingo, 18 de agosto de 2019

El extraordinario poder del agradecimiento



Apuntes sobre Festival de mujeres 2019
 por Liliana Alzate  Cuervo




Del 1 al 11 de agosto de 2019 se realizó en Bogotá la vigésima octava edición del Festival de Mujeres en Escena por la Paz, un evento organizado desde hace 28 años por la Corporación Colombiana de Teatro bajo la dirección de la teatrista Patricia Ariza, y que tiene como razón de ser, resaltar el papel de las mujeres como arte y parte de la realidad del país.
yo como teatrista colombiana considero que la permanencia de este encuentro sigue siendo de gran importancia para nuestra  praxis teatral como herramienta política y vale la penas en esta vigésima octava versión  reflexionar  sobre  cómo esta muestra nacional del teatro de mujeres  sigue siendo  una  herramienta  de resistencia subalterna  que defiende la práctica teatral extendida,  y engarza un  llamado a la conciencia, a la visión crítica y se convierte en un agente de cambio de sujetos políticos y una praxis sanadora.
Con el apoyo del Ministerio de Cultura, Idartes, Confiar – Cooperativa Financiera, Canal Zoom, Canal 5 Tu Canal y Centro de Gestión Cultural PUJ, durante 11 días el festival ofreció a Bogotá teatro, danza y performance, desde una mirada de género y una conciencia de aporte en los caminos hacia la paz.  Los espectadores disfrutaron de una programación artística y académica variada en 25 escenarios. Más de 90 funciones programadas junto con una oferta académica única además de mesas que reflexionaron entorno a la mujer, la política y el teatro.
Tomare como ejemplo algunos trabajos, que conozco y otros que pude ver en el festival además de  algunas reflexiones que compartí en uno de los encuentros  que  fui invitada por la CCT ya que la cartelera es extensa  y difícil de abordar en su totalidad .

Tiempo de agradecer….
Esta vez quiero centrarme en el subtítulo del evento: gracias por hacer arte y parte.  Gracias  es una de las palabras que aprendemos primero en nuestro idioma nativo y lo hacemos también cuando aprendemos una lengua nueva. Quizá es porque es una de las que más necesitamos cuando nos exponemos a un ambiente totalmente diferente. Podríamos hacer todo un análisis sobre el uso de la palabra, pero no es esto lo que quisiera compartir con ustedes en este escrito; no quiero hablar de acepciones o de buenos modales, mucho menos de etiqueta. Es cierto que la palabra Gracias puede volverse rutinaria, sin embargo no podemos desconocer su poder, cuando agradecemos a las personas el efecto es doble porque es especial hacerles sentir que han hecho algo por nosotros o que estamos simplemente felices de que sigan a nuestro lado y en el quehacer de la escena.

El agradecimiento es algo que se vienen repitiendo en varios trabajos y eventos de los últimos años sobre las tablas nacionales y fue la acción por excelencia de este evento del 2019. Sin embargo a pesar de ser un gesto tan poderoso, muchas veces no se entiende su efecto, nos cuesta agradecer o incluso recibir agradecimientos; sentimos que agradecer es aceptar que debemos algo.  El no reconocer a los demás, supone también no reconocernos en ellos mismos y su hacer.

Pero es evidente que algo ocurre más allá del slogan de un festival, parece ser que estamos en un tiempo de agradecernos entre todas y todos lo aprendido y des aprehendido en este camino.  Lo cierto es que agradecer es algo muy simple; decir gracias es la formalización de ese acto, es dejarle saber a los demás o incluso recordándonos a nosotras mismos la gratitud por cualquier circunstancia.  Es reconocer, es actuar con humildad y sin artificios, aprendiendo a valorar lo que en verdad es importante en la vida. Hablemos hoy sobre ello, ahondemos en el valor y el poder del agradecimiento para bien de la memoria de la escena nacional que trasforma y de un país en mora de ello.
Así fue como en esta versión, el Festival se agradeció a las mujeres artistas del Teatro Matacandelas en sus 40 años de vida y trabajo, así como un reconocimiento a este importante grupo de Medellín. También se elogió  la trayectoria de las maestras Aida Fernández, actriz y fundadora del Teatro Experimental de Cali, y Perla de La Rosa, teatrista mexicana, dos destacadas representantes de la escena nacional e internacional que han dedicado más de medio siglo al teatro.  


Como ejemplo de este tiempo de agradecimiento en que nos encontramos, son las apreciaciones del  el profesor y creador  Sandro Romero   sobre la obra de Cali ,ACTORES DE PROVINCIA del Teatro del Presagio de Cali: …lUno agradece a los dioses que existan monstruos de la escena que lleven sesenta o incluso setenta años pisando las tablas y gozando con este oficio privilegiado y cruel.  (….)El oficio del teatro, representado con los sudores de la disciplina y del rigor, de la alegría y del juego, no nos permite otra reacción que la de los aplausos en cadena. Por eso, con el mayor gusto, abrazamos a Aída y a sus compañeros de escena, porque se trata de un triunfo de nuestro oficio, un jugueteo de las breves horas de la vida y un llamado de atención para que sigamos con sigilo y con ganas porque, en cualquier momento, dejamos de ser actores de provincia para convertirnos en marionetas de un destino más duro y menos complaciente. Salud, paisanos caleños. Muchas gracias por la lección de dicha” S. Romero [1]

Pero quiero subrayar que el agradecimiento es también un camino hacia el perdón, El sencillo acto de ser agradecidos, supone ya un modo de liberación personal. Entonces este gesto deja de ser solo un ejemplo de humildad o reconocimiento de méritos para ser en nuestro país una necesidad política más que urgente, la cual ligada a la escena, que es el arte del presente se convierte en gestora de un cambio.  Entonces, el camino entre pensamiento y acción por medio del agradecimiento, es también una filosofía política en este caso desde la praxis. Me amparo en la definición que da el político y filósofo italiano Antonio Gramsci : “[...] Todo es político, incluso la filosofía o las filosofías, y la única filosofía es la historia en acto, es decir, la vida misma.” (Gramsci, 1970: 29).

El potencial político ocurrido en la práctica teatral vivida en estos días en la capital, es muestra de ello, su poder sanador y transformador yace en todos los procesos de creación ocurridos en esos once días.  Y aquí debo resaltar uno de los eventos del Festival, el IX Foro Polifónico Mujeres y Paz “Derechos de las mujeres al liderazgo, a la paz y a la cultura”, que se realizó el 5 de agosto de 2019 en el Teatro La Candelaria. Este acto vivo de realidad política y activismo social, gestado por la maestra Patricia Ariza y su equipo de trabajo es el ejemplo de esa praxis política y artística que busca elementos articuladores entre mujer, teatro y política.



Patricia se ha inscrito en el conflicto del país desde su práctica artística hace muchos años y su activismo político es una lucha apasionada en las nuevas y las antiguas interpretaciones del país  de la mano siempre de la sociedad civil victimizada.  En su obra performativa y sus eventos se observa la liminalidad como extrañamiento del estado habitual de la teatralidad tradicional y en las acciones que elige entretejen experiencias estéticas, políticas y éticas. Por ese motivo presenta la contradicción entre la permanencia de un estado hegemónico y las nuevas disposiciones que pueden ser generadas. La transformación que logra consiste en una subjetivación constante de los grupos subalternos, en su reconocimiento social y su legitimación irreparable entre las partes del conflicto.  En otro de sus recientes performance, "Por ellas nos rapamos el 25 de noviembre" Patricia en parecía con las peluqueras asesinas y más mujeres comprometidas hace su propia auto ficción, y se rapa la cabeza en vivo como resistencia a la violencia de genero vivida a diario en el país. La acción trasgrede la cabellera como símbolo de feminidad y de cautiverio demostrando que vivimos todas encerradas en un país donde el porcentaje de los feminicidios diario es inaudito.
El Festival también contó con la participación de importantes directoras y dramaturgas distritales, nacionales e internacionales, que trajeron a escena montajes en donde las mujeres fueron las protagonistas, entre ellas:

Victoria Valencia de Medellín, su grupo La mosca negra y el teatro de Margarita Rosa Tirado Mejía, Maria Isabel Naranjo Cano Artres Compañía Lia Nessim Macía ejecutaron la "Instalación acción en devenir LUTO " Obra performática: Plegarias de barro , la cual propone a través de la alternancia entre la materia y lo emocional, un encuentro con los objetos, prendas y textiles que rememoran al ausente, evidenciar los miles de cuerpos desaparecidos en Colombia. En ella se pudo percibir  una  elevación poética del alma del país , su contenido social habla de la reconciliación y la integración de los opuestos para aceptarnos y convivir con nuestras multiplicidades. vale la pena  recordar que su compañera de acto  Margarita Rosa Tirado Mejía del Quindío, es activista, poeta y reside en la reserva natural Rosa de Los Vientos, de Salento, Quindío,  exhorta a las mujeres a restablecer lazos diferentes de creación para buscar vivir de una manera más simple y relacionada con el mundo.
También contamos con la directora Carolina Vivas con su grupo Umbral teatro y su obra,  estrenada en 2001. Donde se reflexiona sobre la realidad del campo colombiano, olvidado y azotado por la violencia. La obra transcurre en cualquier pueblo pequeño del país al cual llega un grupo armado. Unos alcanzan a irse, otros mueren degollados. A partir de una investigación rigurosa centrada en relatos de víctimas y a lo largo de dieciocho escenas, la dramaturga Carolina Vivas narra la barbarie del conflicto armado a través de dos animales típicos del campo: la gallina y el cerdo. Nos preguntamos que se cocina creativamente en la cabeza de Carolina y su grupo y porque deciden traer de nuevo a gallina a los escenarios del festival de este año y no sus últimas creaciones. 
La directora Fanny Baena  también estuvo presente con "El otro animal"  con su grupo  VB ingeniería teatral, que pronto cumplirá 10 años de trabajo interrumpido. En esta obra ahondan en los vericuetos psicoanalíticos de un actor y una actriz que construyen desde lo más íntimo de su psiquis dando paso a unos personajes que descubren caminos de su inconsciente y que hacen de su ser un medio para contar muchas historias. Una vez los personajes recuestan la cabeza en el diván, empieza a despertar la bestia para salir.

Asimismo se estuvieron varios directores que se interesan en narrar historias de mujeres, y cuestionarse sobre las “nuevas masculinidades”. Rescataría algunos:

“La conferencia de actor” de Carlos Satizábal, donde intenta definir través de un rol de  conferencista, las nuevas masculinidades, creando una obra sobre la búsqueda de los ojos del hombre que con sus ojos desnuda a las mujeres,  el interlocutor no quiere ser más un sexista o secreto violador. La acción propuesta por Satizábal es una indagación teórica sobre las subjetividades masculinas y una apuesta para pensarse una nueva masculinidad. El locutor, remplazando al autor, como nos lo deja saber al inicio invita a un café al público, usa referentes literarios para explicarnos sus dudas sobre las masculinidades y descubre que el patriarcado esta detrás de la mirada y la voz. Carlos se arriesgarse hablar de lo desconocido por la cultura patriarcal, y se le agradece el riesgo que toma pues, aun hoy en día  son pocos los masculinos del teatro que le dan la importancia  y quieren asumir el tema a manera personal

John Viana y su versión de La casa de Bernarda Alba de su grupo Elemental teatro, logra que la tradición lorquiana se revierta en una propuesta actoral contenida, más hacia dentro que hacia afuera con su grupo de actrices. El sonido de cerraduras, del cerrar de puertas y ventanas, compone un movimiento preciso en la escena que nos trasporta a largos corredores de las antiguas casas tradicionales y contiene una sutil evocación  española entre los abanicos y los coturnos que usos los actrices. John Viana mantiene la calidad de la tradición teatral de Medellín, sobrepasando su linaje Farleidiano y logra imágenes valiosas sobre el cautiverio femenino con una puesta en escena magistral que da cuenta de una propuesta actoral de su trabajo en equipo y sus años en la escena.

"Naunuu, Los Enemigos de la Nación Wayuu" del grupo Corporación Cultural Jayeechi bajo la Dirección de Cristina Pimienta y Enrique Berbeo de la Guajira.  La obra como en un sueño Wayuu en pleno desierto  nos  anuncian  en lengua, el absurdo de la realidad de este territorio  y su nación ancestral. En imágenes se denuncia la urgencia del agua y las condiciones infrahumanas que se siguen viviendo en este territorio colombiano a causa de la corrupción de los entes gubernamentales. Los cuales son mostrados de forma cómica sin embargo, consiguen un efecto contrario , pues no hace parte de una categoría dramática  sino de  una realidad cínica de la clase dominante de este país; En escena parece una parodia y en la vida real una tragedia que no termina.

La obra es una adaptación de la obra de Henrik Ibsen “Un enemigo del pueblo” y resultado de la convocatoria internacional IBSEN SCHOLARSHIP 2017- Noruega.  También relata la forma en que las expresiones ancestrales y su cosmovisión se ven afectadas por un sistema individualista, donde las comunidades se convierten en indigentes dentro de su propio territorio. A Cristina, Enrique y todo su grupo, gracias por sus 26 años de trayectoria y por insistir en la visibilizarían de nuestra identidad y la sabiduría de su gente a través de sus cantos, sus gestos, sus lengua y la belleza de sus colores que nos trasporta  como publico  citadino a reconocer la identidad de nuestro mestizaje de la cual  todas hacemos parte.

El director César “Coco” Badillo trae Sólo un momento  en la que cuenta la realidad de una mujer sus heridas y las convierte en un poema escénico a ritmo de performancia.  La actriz irrumpe en el escenario, vestida de blanco y sin rostro, esta teatralidad describe la importancia de valorar la feminidad de lo íntimo. La obra relata las vicisitudes de una mujer a sus 29 años y es escrita y protagonizada por la actriz Andrea Quejuán.  Sólo un momento” indaga en los amores de su autora en diferentes situaciones y se pregunta sobre el concepto del amor en cada momento de la vida. Esté “collage teatral” es una mezcla de elementos de la vida real, improvisaciones, pedazos de textos, juegos del director, canciones, elementos documentales y ficcionales. , “Solo Un Momento” llega al festival tras un exitoso recorrido por escenarios de Argentina y Francia.

Unipersonales que agradecen
El trabajo Maestros es un acto performativo construido por la actriz de larga trayectoria en el grupo de teatro La Candelaria:  Alexandra Escobar Aillón,  la cual conformo este trabajo como  resultado de un encuentro  teatral en suiza en el 2018, en el cual  agradece a sus maestros y maestras de vida en su oficio de la escena (Santiago García, Pepe Sánchez, Patricia Ariza, Emilcen Rincón, Juan Carlos Agudelo y Jairo Vergara, entre otros) usando la auto referencialidad Alexandra nos va contando su trasegar artístico y su paso  por el corazón de otros que  fueron  parte activa de su creación actual.   
En las tradiciones ancestrales el acto de agradecer es una herramienta de sanación de algunos malestares en las comunidades; donde el sentir gratitud, honrar al agradecido y reconocer el favor de manera sincera se convierten en actos que traspasan el tiempo y el espacio; dejándolos continuar.  Definitivamente agradecer te reconcilia con el universo y con las personas. Es un acto que contiene humildad, amor, reconocimiento y respeto. Tiene el poder de hacer sentir mejor a los demás y a sí mismos; nos hace más conscientes de lo que tenemos y de nuestra función en el mundo.     Maestros enmarcado en el tema inicial del agradecimiento y su poder trasformador es un ejemplo de todo lo dicho anteriormente y conformando otro espacios creativo que fluctúan a ritmo didáctico en las periferias capitalinas.  Aprovecho este espacio para aplaudir a la creadora por su trabajo in interrumpido en las tablas y su dedicación exclusiva ya que constituyen un ejemplos de vida artística. y desearle  que este agradecimiento a su linaje escénico sea  reconciliador y creativo para su continuar en las tablas .
Lastimosamente esta reflexión se queda corta con la basta cartelera del festival, sin embargo no quería dejar pasar el tema del agradecimiento para hacer yo el ejercicio con mi pluma y recordar la importancia de recuperar la memoria de estas acciones. 

Coda : «El agradecimiento es la memoria del corazón.» -Lao Tse
Viviendo el festival y sus encuentros recordé una concepto de las mujeres del pueblo NASA, que me enseñaron hace unos años en un trabajo escénico con ellas:  el “Nasa wala Üus” ,es el pensamiento del gran pueblo. Nasa wala es el espacio de todas y todos, donde se identifican como partes integrantes de una comunidad y donde pueden expresarse  y realizar su capacidad de decidir desde la razón, la lógica y la espiritualidad para hacer la gran unidad en torno a su proyecto de vida colectivo.  La “nasa wala  la palabra  hace referencia a una reunión multitudinaria del pueblo para dialogar a partir de la sabiduría y el conocimiento de cada uno de los que asisten a este espacio para ponerse de acuerdo y decidir.
Entonces siguiendo esta memoria ancestral quiero compartir la inquietud que me deja el festival por la labor de la memoria en movimiento entre la creación y la reflexión como hecho artístico y político. La ausencia de miradas reflexivas en conjunto sobre lo que ocurrió en escena, encuentros de escritura crítica y creativa bajo estas primas, sigue sin hacer parte de su línea académica. Yo considero que la reflexión escrita antes y después del hacer es de suma importancia para las creadoras y para conformar una curaduría que eleve la construcción de conocimiento desde la mirada femenina. 
El movimiento que propongo, es un juego del pensamiento de afuera hacia adentro y de adentro hacia afuera. Es decir, un trabajo en espiral hacia la concientización de las condiciones de poder que nos atraviesan y nos conforman para trabajar sobre ellas y actuar en lo político desde otros lugares y con más conciencia.  Este Trabajo requiere de tiempo antes y durante el festival y conocer los procesos de creación teatral que se analizarían y dejar materiales escritos, publicables que procreen con las artistas invitadas.  Es a través de éste proceso desde dónde opera la transformación de los sujetos y de los colectivos.  Defendiendo así la visión de un arte para ser vivido frente a la de un arte para ser contemplado. Vemos así el arte teatral como una herramienta para reflexionarse y re hacernos juntas. Pues no es sólo lo que se dice, sino cómo se dice; y no solo es luchar sino cómo luchar para verdaderamente transformar las relaciones de poder que se articulan en lo cotidiano.
Cada año al acabarse el festivales de nuevo salimos llenas de júbilo a nuestra soledades creativas pero con  muchas de las mismas debilidades como por ejemplo: ¿entender que papel realmente juegan las relaciones de poder internas de cada grupo para la construcción de conocimiento desde lo femenino?, o  ¿cómo manejar los intermediarios  de los proyectos  sociales que cada vez desconocen más  el valor de los artístico en la paz y reconciliación, pero si se ganan  económicamente más proyectos con este tema ? ; ¿Cuáles son la estructura de poder que determina las condiciones sociales en las que suceden los hechos teatrales que realizamos? Pues, abordar un proceso teatral desde el prisma femenino es una nueva lectura de nuestro conflicto, al crear un laboratorio creativo de subalternidad política se escuchan las nuevas voces y la lectura de los cuerpos victimizados, en código teatral, reflejándose las relaciones de poder inscritas.   Por todas esas razones   la conformación de estas memorias no puede ser solo un recuento periodístico del sucedido, ni lo cubre la inmediatez de las redes sociales sino una memoria del corazón con agradecimiento.  

Para cerrar este escrito quiero aprovechas para hacer uso personal del poder del agradecimiento y conjurar o decretar oficialmente hoy a todas las mujeres de la escena política, social y artística para construir unas GRACIAS al unísono a Patricia Ariza,  desde todas  la periferia del país por  seguir propiciando estos encuentros, reconociendo su ejemplo de tenacidad y constancia que nos ha cargado de pasión a todas en nuestro hacer teatral.  Ojala  el encuentro de gratitud  se logre  en un espacio no centralista, lejos de la instucionalidad teatral a la que ella pertenece  y esas GRACIAS devengan directamente del corazón creador de cada una de nosotras.
Porque somos con secuencias de todas las mujeres que llevamos dentro, somos secuencias de lo que hemos recorrido, somos con, sin para, sobre, tras. Somos las secuencias que hemos habitado y todas las mujeres que hoy nos habitan” texto mujer –es, Alzate, Liliana ,[2]


Se terminó de escribir chía 18 de agosto del 2019 .



[1] https://www.facebook.com/sandro.romerorey/posts/10156247092201056
[2] obra Mujer-es toberin : voces Mujer es  https://www.youtube.com/watch?v=7iYtlzSjD_Y
Mujer-es: estrenado con las mujeres del TOBERIN 2019. https://vanguardiateatral.blogspot.com/

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