Adiós al maestro Santiago
García 23 de marzo 2020
Para los dolientes candelarios: Patricia, Coco, Nohra, Alex, Paletas, Piyo, Poli, Carmiña, Carlos y también a Fabio, Fanny, Martha, La Vivas, Nacho, Beatriz, Catalina, Ricardo, Angela, Maria Eugenia, Anibal … En fin a todo el movimiento teatral colombiano y latinoamericano que fue tocado por su magia y sabiduría de vida: Un sentí pensante pésame, con el corazón arrugado desde mi confinamiento .
Envió estas palabras de aliento :
¡Maestro, Santiago! Buen paso a la
luz, buen camino a la eternidad, segura
que brillaras como las estrellas que tanto conocías y nos explicabas sin
cansarte, esta noche te veremos brillar en una de ellas, bailando el Tap del Trujuman
y cantando tu sonata favorita… Cuéntanos
en sueños donde quedo la llave, que se te había perdido en los últimos años.
Saluda de nuestra parte a: Peñuela, Pacho, Fabio, a tu hermano Arturo,
al maestro Enrique y a todos tus cómplices que se fueron antes que tú, y que hoy
deben estar conspirando algún nuevo montaje en el más allá… Y por favor mándanos señales de luz para
continuar tu legado y para que nuestro hacer en la escena teatral pueda seguir
siendo nuestra vida.
Mientras escribo estas líneas escucho y presiento al maestro en uno de sus últimos parlamentos que
le vi en la escena, como una más de sus recomendaciones para estos tiempos de
futilidad e incertidumbre de nuestro que hacer y hoy su legado:
EL ASTRÓLOGO Y SU BANDA
Entra la figura carnavalesca de La Muerte
mirando fijamente al público. Al fondo se oye la música y la letra de una ópera
muy lastimera, atraviesa lentamente la escena y sale. Por el extremo opuesto
entran tímidamente los miembros (cuatro) de un conjunto musical de
discapacitados (personas especiales) cada uno con su instrumento. Hacen varias
venias y sonrisas al público y se van ordenando, dirigidos por uno de ellos.
Apresuradamente entra El Presentador, con atuendo de ceremonia y un atril que
coloca a un lado. Hace también reverencias y saludos al público. Discuten (solo
con ademanes). Parece que falta un miembro de la banda. Al fin entra el
retrasado, que es un acordeonista, haciendo sonar su instrumento. Se coloca en
su puesto. Ya listos, el que dirige, hace señas al presentador. Este aprueba y
arrancan a tocar su tonada que sirve de fondo musical al discurso de El
Presentador.
PRESENTADOR (Astrólogo): Señoras y
señores: Yo, con este distinguido conjunto de músicos especiales, vamos a
recordarles donde estamos. Esta caja negra, este oscuro espacio de emociones y
misterios es: un escenario. Allá afuera, la ciudad con sus conflictos y
problemas. Y sobre la ciudad, sobre el país y el continente: el dombo azul, y a
veces negro, del firmamento. En nuestro caso el firmamento Austral. En el
fulguran estrellas, galaxias y constelaciones de múltiples formas y tamaños.
Formas a las cuales el hombre les ha dado variadísimos nombres de animales, de
objetos y de monstruos legendarios. En este Hemisferio Sur admiramos por
ejemplo: Hace señas al director del
conjunto para que le acompañe, con fondo musical, la enumeración de las
constelaciones. Va señalando su posición aproximada en el cielorraso del
escenario.

Pero señoras y señores también
hay en este hemisferio más al sur, otras constelaciones a las cuales los
marineros, astrónomos y navegantes, cuando descubrieron esta otra parte del
mundo, les pusieron, ya no nombres fantásticos de animales y de mitos, sino de
sus herramientas de trabajo. Como por ejemplo: Va señalando en el firmamento y el conjunto reinicia la música de
acompañamiento. Telescopio, Microscopio, Octante, Sextante, Buril, Compás,
Regla, Retículo, Reloj, Brújula, Mesa, Máquina neumática, Alfar. Para la música
Por último, distinguido público, también podemos admirar en la franja zodiacal
las constelaciones que nos corresponden: Sigue la música Virgo, Libra,
Escorpión, Sagitario, Capricornio, Acuario y por supuesto la de Leo. Cesa la música de acompañamiento
Bien señoras y señores, así como se ven, así
las distinguimos con los nombres de las figuras que hemos nombrado.
Pero señoras y
señores. Si nos alejáramos de la tierra, si saliéramos disparados hacia arriba
a volar por el espacio, allá, allá arriba, ya no podríamos reconocer esas
figuras. Han cambiado. Son las mismas estrellas, pero así vistas de lejos,
desde otro ángulo, son otras, forman otras figuras porque no las vemos por su
tamaño, sino por la distancia que las separa de la tierra. Y esto mismo,
permítanme decirlo, es lo que pasa en esta caja negra del escenario con las
imágenes de la vida cotidiana que aquí se representa. Imágenes que aquí, vistas
desde otra perspectiva, aparecen como otras, a veces irreconocibles o irreales.
De manera que
los invito a que aterricemos, a que volvamos a este escenario para seguir
viendo este desfile de imágenes, de situaciones y de escenas, que vistas desde
otra perspectiva, la que nos brinda el arte del teatro, puede ser que nos
ayuden a mejor entender las de allá afuera.
Los músicos vuelven a tocar su tonada y
salen haciendo venias, saludos y cabriolas al público asistente. Una figura de
la muerte carnavalesca con un gran lazo de cinta roja en la cabeza atraviesa la
escena, lentamente, cantando un aria operática con un tono ambiguo entre
lamento doloroso y burla sardónica. A
TITULO PERSONAL. ESCENA11ª. Libreto Archivo teatro La candelaria (Alzate 2016 pp 390-392)

Desde el duelo en cautiverio Corazonando
junto a ustedes en este triste día.
Liliana Alzate Cuervo
Post data: un aparte para recordar su voz del libro Diálogos
con Santiago García publicado en el 2106
Por último yo tenía durante mis encuentros
con el maestro la pregunta sobre la relación de la muerte en sus obras y no
lograba como abordar el tema, finalmente tuve la osadía de nombrarla y he aquí
su respuesta:
Santiago
García: A mí me interesa más que una reflexión de por qué la muerte, es por qué
la vida. Porque la muerte es una cosa consustancial de la naturaleza. La muerte
es una presencia que muchas veces lo ronda a uno. Pero lo que es más
cuestionable, para mí es la vida. Por qué está uno vivo, qué es ese cuento de
la vida. Cómo la vida es indetenible, no se puede parar, entonces la única
manera de pararla es con el teatro. Allí uno puede detenerla, echarla para atrás
para adelante, la puede manejar. Esa necesidad de detener la vida, no la he
querido tener yo, sino los personajes. Yo he encontrado personajes que les da
por ahí. Esos son los personajes que me han interesado, mucho más…. Pero, no
soy yo el que quiere alargar un día, y que no tenga 24 sino 60 horas, para poder
tranquilamente hacerme las preguntas y buscar algunas mínimas respuestas sobre
qué es la vida. Eso es lo que han hecho mis personajes. Yo, personalmente no
siento esa ansiedad tan grande, pero me encantan los personajes que tienen esa
ansiedad. (Alzate 2016,pp 349)
y esta canción para alivianar el
dolor…
https://www.youtube.com/watch?v=_ZIzO_OF2vc
¿Quién dijo que todo está
perdido?
Yo vengo a ofrecer mi corazón.
Tanta sangre que se llevó el
río...
Yo vengo a ofrecer mi corazón.
No será tan fácil, ya sé qué
pasa;
no será tan simple como pensaba.
Como abrir el pecho y sacar el
alma...
una cuchillada de amor.
Luna de los pobres siempre
abierta,
yo vengo a ofrecer mi corazón.
Como un documento inalterable,
yo vengo a ofrecer mi corazón.
Y uniré las puntas de un mismo
lazo;
y me iré tranquila, me iré
despacio.