lunes, 16 de septiembre de 2024

Se nos fue El profesor Aleman



Se nos fue el profesor alemán.

En homenaje a la partida del maestro Carlos José Reyes, quiero recordar algunos de los encuentros que marcaron rutas decisivas en mi vida profesional. Fue el primero en creer en mí como investigadora teatral, siendo mi asesor en un premio de Colcultura allá por los años 90. Participó activamente en el video sobre García y Buenaventura, La cena, transmitido por Señal Colombia, siendo ya director de la Biblioteca Nacional.

Aquí lo pueden ver: https://youtu.be/gVyFevezimY?si=vVChtPuwLyAokpmJ

A principios de los 2000, escribió el prólogo de mi libro ¿Cuál es su problema fundamental?, sobre su amigo el maestro Santiago García. Y luego, en plena pandemia, lo invité y aceptó participar en un foro virtual sobre Las otras voces, mi última indagación. Mostró su lucidez y acertados criterios sobre la memoria teatral. Aquí lo pueden escuchar: https://youtu.be/A_AVrOt-wR8?si=rnCV2NG6UEjn8tbS

Siempre dispuesto, generoso y cálido, nos encontramos en muchas otras ocasiones, compartiendo festivales, encuentros teatrales y homenajes. Me enseñó a encontrar criterios justos sobre la apreciación escénica, a detenerme en los procesos, a diferenciar categorías de producción y a ser generosa con la información. Y mucho más sobre la creación y la investigación, que podría seguir recordando.

Hoy quiero retenerlo en mi memoria por la última vez: el maestro Carlos José salía de camerinos, aún maquillado, como su personaje, el profesor alemán. Fue el 26 de septiembre de 2022 cuando asistí a una de sus últimas funciones, en la sede del teatro L'Exposse de su hija, Juliana Reyes, en Chapinero. Lo que ocurrió allí fue, sin duda, un privilegio histórico.

El maestro nos ofreció un juego íntimo de improvisación, algo que solía hacer en su juventud en espacios de esparcimiento, entre amigos y colegas. A sus 80 años, regresaba a las tablas con su personaje, el profesor alemán, y como espectadores, pudimos ver no solo al historiador, sino al hombre de teatro que siempre fue... y disfrutar con él de su goce en escena.

Mientras transcurría la obra, era inevitable imaginarlo en sus años mozos, a inicios de los 60, junto a su grupo particular de amigos, quienes al igual que él, han sido grandes maestros del teatro y el arte en el país.

Nos sobrecogió su cuerpo, el de un ejecutante ducho en la escena. A los 80 años, su cuerpo parecía joven, vital. Su andar en escena fue una danza privada entre la palabra y la improvisación con el público. Su madurez fue ahistórica en el aquí y ahora; todos disfrutamos de un humor fino, de simbolismos existenciales. El profesor alemán nos llevó de la mano por su vida a través de pequeños objetos y, poco a poco, nos condujo a una disertación sobre la vida y el fin de la existencia.

Gracias, maestro, por ponernos a pensar y por hacernos disfrutar con usted la magia del teatro, sabiendo que su goce era también nuestro goce.

Nos deja sus libros, sus investigaciones, su complicidad con la creación e investigación, sus anécdotas sabias y su siempre generosa disposición al conocimiento.

Gracias por construir memoria y por el honor de haberlo conocido. Seguiré sus consejos de completar las imágenes de una nación que sigue reflejándose en escena.

Quedarán en mi memoria todas sus charlas, los tintos que compartimos y, sobre todo, la conferencia del profesor alemán.

Buen viaje, maestro Carlos José.

Gracias, gracias, gracias...


viernes, 23 de agosto de 2024

Negro" La deconstrucción de las masculinidades impuestas

 "Negro"

 La deconstrucción de las masculinidades impuestas

 Por Liliana Alzate Cuervo

Obra: Negro de Johan Velandia
Teatro La Candelaria, Bogotá - 5 de agosto de 2024
En el marco del taller de crítica teatral de Vivian Martínez (Cuba) durante el Encuentro de Dramaturgia Punto Cadeneta Punto. Organizadora: Carolina Vivas y su Umbral Teatro.


En el Teatro La Candelaria de Bogotá, el pasado 5 de agosto fue el último día de temporada de Negro, la más reciente producción de la compañía independiente La Congregación Teatro, dirigida por Johan Velandia. Desde su fundación en 2006, esta compañía ha demostrado un interés constante en temas actuales de relevancia social, política y cultural.

Negro es una propuesta teatral concebida para tres actores con una puesta en escena de pequeño formato. Al entrar al teatro, nos recibe un escenario minimalista donde el color blanco reluce intensamente en la caja negra, creando un contraste que deslumbra. El espacio escénico está dispuesto con dos filas laterales dentro del escenario, divididas por un extenso tapete blanco que se extiende hacia la trasescena. Tanto allí como en la platea se ubica el público, lo que sugiere un ambiente íntimo que literalmente hará contacto directo con nosotros en el viaje escénico que estamos a punto de iniciar.

En la obra, “Futuro es un niño de ocho años que, sorpresivamente, descubre la existencia de su medio hermano afrodescendiente de cinco años, llamado Silencio. Ambos deben compartir la cama, la habitación, los recuerdos y su corta vida. El descubrimiento mutuo, las diferencias, el temor al padre y la exposición de sus más íntimas fragilidades en un entorno humilde y familiar los empujarán a ocultar sus más oscuros secretos en las profundas heridas de la infancia. Silencio huye de la casa de Futuro en busca de su madre, pero, con tan mala suerte, se pierde en el centro de la ciudad, en el corazón de un país, en el epicentro de un mundo oscuro, cruel y doloroso.” (Texto del programa de mano).

Los actores William Hurtado, Emmanuel Restrepo y Cristian Ruiz transitan un delicado y riesgoso lugar de enunciación a nivel actoral: hacer creíble la mirada inocente y cruel de la niñez. No obstante, es a través de un detallado y cuidadoso trabajo con el gesto, la voz y sus corporalidades que la narración se vuelve verosímil.

El relato expone de manera cruda y despiadada una realidad innegable en Colombia. A medida que la obra avanza, los actores involucran al público en algunas de sus acciones: nos convertimos en cómplices en un bus, en una habitación, en una calle, en una casa de acogida, en el negocio de la trata infantil o en la casa de cartón de un vecino. Los actores interpelan al público desde su imaginario infantil; a través de sus ojos, vemos un mundo de horror, de silencio cómplice, de miseria humana e insensibilidad ante la crueldad de la discriminación y el abandono de la inocencia.

En la propuesta dramatúrgica, el espectador atento atraviesa un proceso que, entre giros de humor, le expone la discriminación constante presente en el lenguaje coloquial. Nos vamos diluyendo en los personajes que transitan de víctimas a victimarios.

La obra compromete a la audiencia con la historia de sus protagonistas mientras relatan, a destiempo, los sucesos de sus vidas. Se crea un convivium entre la escena y la platea que enfrenta al público con situaciones infames tanto sociales como cotidianas. De repente, todos somos la madre de Silencio y Futuro, todos somos los protagonistas de la historia, ya sea por omisión o complicidad. Tal vez porque en algún rincón de nuestra memoria también habitamos ese lugar impreciso de la identidad asignada al nacer, ya sea por incomodidad con nuestro color de piel, estrato social o simplemente por ser diferentes.

En el centro del escenario, una mesa larga oculta una tina que se descubre a medida que avanza la obra, convirtiéndose en un techo, un podio, un bus. Nos sumergimos en una cadena de signos corporales, lenguajes expresivos, sonidos y música que acompañan cada situación planteada. De pronto, la habitación de los dos niños se llena de agua, y con ellos buceamos en sus penosos recuerdos. Esta metáfora del agua como abismo entre la vida y la muerte, de la supervivencia, nos revela las violencias escondidas de la infancia. La inundación simboliza el hundimiento de la humanidad: un acuario roto, una caída sin fin hacia un pozo oscuro.

Los juegos de elipsis temporales se repiten durante el acontecimiento escénico, transportándonos a un mundo en blanco y negro. Los tres actores, en el movimiento de sus cuerpos, se convierten en uno solo y en muchos más. No es una danza propiamente dicha ni una coreografía, sino una partitura escénica contenida en la acción dramática: el abismo, el ahogo de la sociedad sobre el individuo, la inocencia vulnerada, la falta de amor y la ausencia de empatía hacia la diferencia.

Los que hemos seguido la trayectoria de este joven autor-director, Johan Velandia, encontramos patrones y convenciones que se reiteran en su propuesta escénica y textual. Velandia ha diseñado una impronta con temas críticos juzgados por la sociedad, en los que recurre a hechos atroces y recientes de nuestra historia. Lo vemos  Solo me acuerdo de eso, sobre la muerte de Dylan Cruz, en el terrible crimen y violación de la niña indígena de siete años Yuliana Samboní en Omisión, en Camargo, donde actúa Velandia, la vida del asesino serial Daniel Camargo Barbosa, uno de los más aterradores de Latinoamérica, o en otras obras Rojo y fin, que se centran en injusticias sociales como el desplazamiento forzado, las fronteras invisibles y la discriminación contra la comunidad LGBTIQ+, o el racismo endógeno.

En cada una de sus obras, la repetición de la crueldad se desnuda en escena, como si nos preguntara: ¿por qué el horror es aceptado y normalizado en nuestra sociedad? Se establece una suerte de lo que Rita Segato llama contra pedagogías, las cuales permiten visualizar caminos alternativos capaces de rescatar una sensibilidad y un vínculo que puedan oponerse a las presiones de la época. “Una de las claves del cambio será hablar entre todos de la victimización de los hombres por el mandato de masculinidad y por la nefasta estructura corporativa de la fraternidad masculina” (Segato, 2022)

Así, comienza a delinearse una estética particular en el grupo La Congregación. Esto se manifiesta en los tipos de actuación, las partituras escénicas y el uso de voces no oficiales, donde la textualidad juega con el pasado para narrar la fábula central, dinamizando la mirada del espectador. Hoy en día, esta compañía ha conseguido atraer a un público distinto al que suele frecuentar las carteleras teatrales independientes, generando conciencia sobre la necesidad de una apreciación escénica más diversa.

Si bien la dramaturgia de las obras de La Congregación es polémica, pues pone el foco sin pudor en lugares y voces que incomodan a una sociedad pacata que históricamente ha preferido esconder la historia oscura del poder o desentenderse de contar esas historias, la obra Negro enfrenta desde las tablas el grado de descomposición de nuestra sociedad. Nos muestra la cotidianidad de las grandes ciudades con bajos niveles de empatía ante índices obscenos de pornografía infantil, abuso, violencia de género, feminicidios, indolencia, sevicia, cosificación femenina, entre otros.

La apuesta poética de la compañía recorre sutilmente hechos reales extraídos de las noticias, generando diálogos con la audiencia sobre el odio, la violencia y la oscura naturaleza humana. Además, transita entre el teatro testimonial y el juego de la auto ficción. Surge entonces la pregunta: ¿qué tipo de teatralidad persigue el autor desde la escena que la crónica sensacionalista omite?

En Negro, no se esconden los vínculos personales ni los secretos más profundos, específicamente, utiliza la narrativa y las voces masculinas anónimas, representadas por actores reconocidos, para explorar y exponer las injusticias del patriarcado. Al hacerlo, se pone de manifiesto la rigidez de un sistema que no permite la diversidad ni acepta matices más allá de lo binario (blanco y negro), forzando a todas las personas, sin distinción de género, a conformarse a sus reglas.

La complejidad de la obra se destaca por su capacidad para aceptar y confrontar la herencia de los padres, especialmente en relación con la carga de la masculinidad impuesta. Es interesante que la obra no solo expone esta carga, sino que también profundiza en la urgente necesidad de transformarla, a través de un proceso escénico que involucra tanto el cuerpo del actor como las emociones más profundas y vulnerables, arraigadas en la infancia.

La fluctuación entre humor, crueldad y el dolor de la inocencia abandonada añade una capa de riqueza emocional que conecta con el espectador de manera inesperada y poderosa. Además, su "dispositivo escénico" permite una transición poética del horror, utilizando diversos recursos escénicos (movimiento, voz, iluminación, etc.) para transformar la brutalidad y el dolor en una experiencia estéticamente compleja y emotiva.

Sin embargo, en la escena final, los protagonistas ya adultos aceptan y trascienden su pasado común, creando un espacio idílico como ejemplo de resiliencia en medio de tanta indiferencia. Este giro final hacia la esperanza de la reconciliación puede parecer forzado, pero me atrevo a afirmar que es una necesidad apremiante del autor: poner luz en la posibilidad de cicatrizar las heridas y agregar otros colores a tanta crueldad contenida y normalizada, al menos en la ficción teatral, para avanzar hacia un cambio de mentalidad que reconozca otras masculinidades.

La obra plantea interrogantes sobre su búsqueda inclusiva, ya que en su urgencia por abarcar un espectro más amplio, no aparecen otras identidades diversas de lo masculino que también deconstruyen la masculinidad impuesta. 

De todos modos, el acontecimiento escénico es esperanzador y se agradece ver a jóvenes creadores que hoy luchan contra el patriarcado desde el teatro. No lo hacen ya por las mujeres ni para ser quienes las liberen de las violencias del orden binario, sino por ellos mismos, para sanar los mandatos de la masculinidad impuesta y comenzar a cicatrizar sus propias violencias, acalladas durante siglos con evidentes consecuencias nefastas para todos como sociedad.

Por último, quisiera dejar la pregunta que escuché y que parece resonar entre algunos espectadores de las obras de La Congregación: ¿hasta dónde debe mostrarse la verdad del documento noticioso de la historia reciente y cómo se poetiza de manera equilibrada, desde la escena, una ficción que elimine los prejuicios?

 

Desde la ciudad dela luna , Chia agosto 2024








martes, 14 de mayo de 2024

laboratorio creativo: la disolución del yo


 Taller creativo:

La disolución del YO

 

 

¡¡¡¡Te invito a despertar tu creatividad!!!!, un encuentro en donde se recurre a tu realidad para inspirarse. Les participantes se convierten en protagonista de su obra, en la que reconstruye su vida a través de alegorías, ilusiones, apariencias… Lo privado parece que deja de serlo, pero no necesariamente...

Una aproximación desde tu cuerpo y voz a la retórica de la memoria y la escritura de recuerdos

 

"Yo, autor/a, voy a contar una historia cuyo protagonista soy yo, pero que nunca me ha sucedido...

No te lo pierdas!

 

 Lugar :  virtual y presencial desde enero 2024.

Aporte: 60 000 sesión

Cupo max 10 por grupo

Si te interesa contactarme para indicaciones  

inicio tres meses, luego lo que te dure la tinta de tu corazón!

 


Así inicio en febrero de 2024 con  7 participantes, de Colombia , brasil y España y concluyo abril.  aquí encontrará, alguno de  los resultados .  

 https://docs.google.com/presentation/d/1zawcE-CpXKRGiCRARvpEm91BYMeBy2LR07oUXlWGZv4/edit?usp=drive_link


























videos sesiones

, https://drive.google.com/file/d/1v6LSRULMHjy2R1CVfdEtkO51Zb-8bERI/view?usp=drive_link
 

https://drive.google.com/file/d/1fxDWSF9wQVXLj7nN8sEswCMRDzjv8czQ/view?usp=drive_link

https://drive.google.com/file/d/1vUz0PGctbx2cLKMMsOcmS-aHydkiSrrg/view?usp=drive_link

pronto nuevo laboratorio   informen por el interno. 

sábado, 17 de junio de 2023

Otras Voces: LANZAMIENTO Y LECTURAS DRAMÁTICAS 2023

LANZAMIENTO Y  LECTURAS DRAMÁTICAS  2023


 La investigación “Otras Voces, la historia no contada del teatro” propone una revisión de las interpretaciones de las otras voces en el canon teatral colombiano; para reconocer desde la práctica artística su dimensión histórica; seguidamente, por medio de procesos fronterizos y liminales realiza análisis de las obras escogidas que tienen en común los temas mesoamericanos y afrodescendientes.  Finalmente, el estudio trasciende la perspectiva de la disciplina teatral e incluye la hermenéutica de la escucha con su lectura del cuerpo— voz— memoria tanto en los textos dramáticos clásicos como en el eco de los procesos de creación-investigación actuales.








Un espacio creativo de artes escénicas que pone en práctica procesos de creación colectiva latinoamericana desde una lectura desde la frontera, la cual des automatiza la visión de la teatralidad tradicional. Se presentarán, algunos ejemplos de teatralidades, obras, textos y grupos de tradición teatral, poco estudiadas en la academia.

La idea es renovar los ambientes creativos y pedagógicos sobre las artes en pro de formar un público más complejo en sus apreciaciones y como una herramienta para la construcción de líderes conscientes de las problemáticas de su contexto actual.

Herramientas pedagógicas: escritura creativa, creación colectiva, teatro del oprimido y teatralidades, otras. Algunos textos o videos de obras artísticas socializadas en la charla de socialización se pondrán en juego creativamente.  

1. lectura dramática   

 La experiencia  pondrán en juego unas  herramientas que les permitan cualificarse para analizar la dramaturgia de antes y de ahora con una visión creativa más pertinente para nuestro continente. Se propondrá unas sesiones de lecturas compartidas y por medio de esta práctica el proceso de investigación se hace práctico en la escena. 

A través de la experiencia práctica con su cuerpo en escena las y los participantes aplicarán la visión teatral de lo otro para explorar las posibilidades de los diálogos y personajes en la intervención final. Se encontrarán herramientas para reconocer las habilidades y el potencial del texto así como los dones que cada individuo cuenta, articulando las prácticas artísticas con un entorno óptimo, incluyente y creativo. Posible abordaje  algunos textos encontrados en la pesquisa.








Muestra creativa : Muestra pedagógica en espacios comunes de la universidad o en las aulas interesadas de lo encontrado en el Laboratorio  escénico: Los participantes construyeron un ejercicio final que puedo contener , una serie de LECTURAS COMPARTIDAS.  : Filbo 2023,  Biblioteca Chia, Librería aljibe  Barichara Santander. 






 Segura que estas propuestas fortalecen y dinamizan sus experiencias creativas y pedagógicas en sus equipos de trabajo.  Ampliando las visiones del arte escénico para una construcción de un continente más incluyente y co- creativo.  
 Los invitamos a  comunicarse  si quiere tener esta experiencia creativa alrededor de las otras voces 

invesotrasvoces@gmail.com
cel 3044187586

ver más informacion. 

https://youtu.be/hOfywxA25BU
https://youtu.be/VRnzfhKa60o


viernes, 29 de octubre de 2021

La reinvención de la teatralidad originaria (apuntes del libro teatralidades originarias: otras voces )

La reinvención de la teatralidad originaria  


sinopsis




Este artículo muestra algunas de las conclusiones de la investigación “Otras Voces”, Premio Int. Caro cuervo y ministerio de cultura 2020 y publicado por  la editorial el silencio y la USACA  de Cali.  Revisión sobre las interpretación de aquellas voces que no consagra el canon teatral colombiano, reconociendo en la práctica artística su dimensión histórica; seguidamente, a través de procesos fronterizos y liminales se propone un análisis de las obras escogidas, que tienen en común temas mesoamericanas y afrodescendientes.

El estudio busca trascender la perspectiva de la exclusividad en la disciplina teatral e incluir la hermenéutica de la escucha con su lectura del cuerpo-voz-memoria, a partir de la oralidad, como en los textos dramáticos clásicos y en los ecos de los procesos de creación-investigación actuales con respecto a los temas referidos.

La recopilación de todas estas tradiciones históricas es de suma importancia en la medida que ellos nos remiten a la memoria histórica, que se encuentra en permanente proceso de reconfiguración, signada por recuerdos nómadas y por memorias migrantes que han sido apresadas en una sola visión de la historia, en un corpus nunca antes estudiado sobre las teatralidades periféricas de nuestra historia del teatro.

¿Qué encontrarás en este estudio? Como inicio, se propone un recorrido por la connotación del mestizaje, la raza y la modernidad, un artículo en el que se reconocen pensadores nacionales poco citados para dar una sedimentación teórica más acertada con la cual abordar las teatralidades colombianas aquí escogidas.

El proyecto busca visibilizarlas, no como un hecho consumado en el tiempo sino como una imbricación de voces en la cual lo indígena y lo afro encontraron cobijo en los nuevos cauces de presentación bajo el influjo occidental. Inicialmente, se aborda la otra hermenéutica, metodologia que alinea las claves de lectura de las otras  voces, abonando al terreno teatral un profundo análisis en 3 pliegues de categorización: oralidad, clásicos y les mayores,  entretejiendo los ecos actuales de la escena. Finalmente, se encuentra un apéndice que recoge obras, cuadros, partituras, mapas y bibliografía.

Invito hoy, desde este lugar periférico, a que nos encaminemos en un viaje por el cuerpo de la lengua de las otras obras del teatro latinoamericano, para imaginar la multiculturalidad como parte integrante de los procesos históricos y culturales. Pues bien, es evidente que estamos en mora de intentar la transformación de conceptos de análisis más allá de las líneas dramáticas aristotélicas, y en este giro es necesario buscar diferentes lentes para hacer posible la escucha de la acción dramática de las otras voces, aplicando otra visión hermenéutica, la de la sospecha.

Palabras clave: lectura del cuerpo, hermenéutica teatral, liminal, cartografías, oralitura,  proceso de investigación-creación, teatralidad, dramaturgia fronteriza, negredumbre.


¡Buen viaje!

invito a los lectores a  adquirir el libro  virtual : 


y escuchar 10 podcast de la investigación https://www.mixcloud.com/otrasvoces2021/





La reinvención de la teatralidad originaria   

La anterior pesquisa permitió poner en práctica dispositivos de análisis que desvelaron  representaciones, lejos de los lugares de enunciación de la supuesta modernidad. Se evocaron textos que mostraron la teatrable del uso oral dramático, dentro del sistema-mundo otro  hasta autores de estructura clásica (S.XIX y principios del XX)

La reinvención de la teatralidad originaria en el continente aún está definiéndose, esta indagación es solo un ramillete, una puntada sin dedal que requiere con urgencia que el mundo observe y reconozca con dignidad las culturas: india, negra, mulata y mestiza; visibilizando sus cuerpos-voz-memoria .

Los ecos del territorios de los pueblos imaginados de Abyayala: Riberas de los ríos, montañas, selvas, ahora deambula como por calles y barrios periféricos de las ciudades del mundo. y el teatro  es una muestra de ello.

 Las obras del corpus que se analiza alimenta las narrativas de las otras voces, construye representaciones desde las teatralidades viva.  Los  linajes amerindios y africanos aparecen en todas las épocas de la historia, estas voces han sido obligadas al desplazamiento forzado, a la migración, a la quiebra de los núcleos simbólicos de sus culturas y sus territorios originales; han sido empujados a instalarse en otros ambientes en los cuales no era posible ser. Sin embargo, sus voces en vez de silenciarse se convirtieron en un grito creativo, en  susurros cantados de pueblo  en pueblo, negándose a olvidar su linaje y desaparecer como cultura: Voces vivas, propias y vigentes en la teatralidades del mundo.

Es urgente mirar, escuchar estas voces, no como fetiches exóticos ajenos sin historia. ni como posibilidad de atraer turismo; si no como manifestación artística antigua y nueva que reclama su espacio en la sociedad como referencia fundamental de las manifestaciones culturales originarias del continente.

Este libro muestra cómo desde los tiempos pre-diluvianos hasta hoy se puede observar al mestizaje como una forma natural de asociación entre los seres humanos. El cual ha narrado la deconstrucción del cuerpo mestizo, atravesado por la colonia/conquista/independencia hasta llegar a los postulados de la supuesta modernidad.

La historia oficial sigue haciendo uso de la palabra «Nuevo Mundo», el cual presupone que antes había poco o nada y que lo de antes era inmaduro, primitivo y salvaje. Por eso cuando nos llega la modernidad aceptamos sin contradicciones ser nombrados como un país del “tercer mundo” en relación con una civilización supuestamente desarrollada pero, hoy ignorante frente a nuestra propia cultura, sus cosmogonías y cosmovisiones.

Sin embargo, nos queda la pregunta de ¿cómo nombrarnos?: Abyayala, Indoamérica, Hispanoamérica, Latinoamérica, Mestizoamérica o el Nuevo Mundo. Cualquiera que sea la palabra que usemos, seamos conscientes de que estamos enlazando la génesis triétnica en este espacio territorial que habitamos, ya que a la luz del siglo XXI siguen ajenas al relato de nación.

Por eso definir cómo nombrarnos es urgente, para darle relevancia a los ecos originales que hoy viven bajo el influjo occidental y reconocen el intercambio social y cultural  de los saberes que se encuentran en nuestra constitución del 1991.

Por otro lado, no debemos desconocer los recursos provenientes de la cultura mestiza divulgados bajo el influjo del folclor, la antropología, la etnografía. Los cuales sirvieron como referencia para el enaltecimiento del tema indígena y afro, en cuanto portadores de la idea de resistencia.  

En la  presente investigación se profundiza en los conceptos como: Oralitura, Negredumbre, transculturación, pliegues de lectura como forma de categorías; Re-territorializando las ideas por el estudio del cuerpo y sus  enunciados provenientes de la teatralidad.

El corpus de estas voces y sus ecos habitan una supra-territorialidad, como dicen algunos expertos, (Dubatti:19), ya que es sabido cómo los estudios han regresado a las teatralidades otras en su búsqueda de diversos lenguajes expresivos, dentro y fuera de sus territorios originarios, imbricando la noción de cuerpo a la presentación. Así lo confirman los estudios de performance y las dramaturgias expandidas que han dado un toque global  a  la idea de lo teatrable. Pero, la verdad  estos tipos de representación existían desde tiempos ancestrales en  nuestra Abyayala.

En síntesis, según esta perspectiva debemos reconocer que, los análisis de la academia, las historias oficiales sobre el teatro y las reflexiones independientes se han quedado muy cortas; carentes de herramientas para la lectura de una la rica teatralidad de nuestro continente. Tal vez porque, como lo explica Walter Mignolo 1992,): “el proceso de colonización del lenguaje implicó la subversión de dos sistemas humanos de interacción: el aural y el gráfico, logrando este último alejar la lectura de los cuerpos.

La teatralidad aquí expuesta desde las semillas de la oralidad, pasando por la estructura aristotélica  hasta la actualidad demuestra la influencia de las voces otras en toda las obras universales, a pesar del pensamiento letrado que incite en  no darle crédito al estudio de sus signos y símbolos,  aunque den cuenta de una sociedad propia, que no renuncia a sus imaginarios ,y sigue  adaptando sus mitos, ritos y creencias con las del colonizador o cultura  dominante.  

Las voces otras son un verdadero ejemplo de transformación poético a través de los tiempos  así como de imbricación de culturas en medio siempre de la violencia y el desplazamiento. Sus teatralidades  continúan construyendo vínculos con la tierra, con el cosmos, con “los mundos de arriba y de abajo” a través de sus cantos, bailes, de sus “angelitos” y de sus difuntos en el tiempo presente.

 Las obras de las otras voces trazan un tipo de mapas liminales de una comunidad en un proceso de participación creativa que pone en juego el saber colectivo (horizontal) de una forma única: abriendo una mejor comprensión del territorio y de cómo se ha vivido ancestralmente.

Al trabajar con el recuerdo, la escucha y la sospecha se visibilizan cartografías simbólicas del cuerpo-voz - memoria;  se demuestra como los objetos artísticos pasan a ser sujetos actuantes permitiendo reconstruir la historia de iguales. De ahí la importancia de  utilizar la hermenéutica de la escucha como  herramienta para la lectura teatral, ya que nos lleva a partir de la realidad de hoy, para ir al texto/representación con nuestras preocupaciones y volver de él con otras preguntas, estableciendo un diálogo, una verdadera circulación entre el texto y el lector. 

Intentamos avanzar en un tipo de lectura, que es en sí misma una metodología alternativa, que les permite a las comunidades teatrales conocerse y construir un conocimiento más integral del territorio escénico que nos pertenece y tal vez poder elegir una manera diferente de habitarlo creativamente.

ALGUNAS DEFINICIONES SUELTAS PARA  ABRIR  DISCUCION :

Mestizaje y transculturación  

[...] para hablar de transculturación, se trata de un concepto que rebasa la idea de mestizaje por encontrarse está instalada en lo étnico, a la vez que supera las limitaciones del concepto de sincretismo, pues la transculturación es vista y enunciada por Ortiz no como un punto de llegada sino como un proceso que, habiendo partido de la confrontación y de la subalternización consecuente, desarrolla una dinámica que pasa por la convivencia para llegar a la cohabitación y al reconocimiento recíproco de los factores culturales que alguna vez fueron antagónicos y que ahora se aceptan y resuelven autónomamente cómo integrarse. Es, sin duda, una importante ruptura metodológica y epistemológica.   Hugo Niño, 2008 : [32-33) Hugo Niño, 2008 : [32-33)El etnotexto: las voces del asombro.

Las teatralidades:

  La búsqueda de un equilibrio ritual en torno a la realidad cotidiana, se expresa en la música y la danza, en la destreza corporal, en la riqueza creativa de la oralidad, el canto, el verso o la mímica. El ornamento, la gala o el traje son improntas de un pensamiento religioso y de un transcurrir mundano en espacios temporales e históricos representados en escenarios festivos (Friedemann, 1995, p.18). 

Los estudios antropológicos invitaron a una revisión en paralelo con los estudios teatrales y central aquello que se entiende como dramaturgia;   evidenciando  la necesidad de ampliar las fronteras interpretativas como algo que no posee solo una estructura tradicional, sino una estructura fronteriza. Recordemos que es extenso el calendario de fiestas a lo largo y ancho del territorio.  Así se encontraron varios casos que aún persisten en el presente y son muestra de las ricas teatralidades que habitan  en nuestro continente. 

Esta expansión dramatúrgica nos colocó otro filo en el análisis: la transformación del lugar del autor, ya conocido desde la creación colectiva; aseverando que esta forma colectiva de creación se asemeja al sentido de comunidad de las culturas primigenias, sobre todo en la construcción de sus narraciones;  dando paso a otro cruce de caminos entre los discursos teatrales, las ciencias sociales y humanistas. Lo que comprueba la urgencia de la inclusión y revisión de los procesos de creación, en todas las disciplinas académicas, no solo la teatral, si no la pedagógica y la investigativa.

Lastimosamente, este acierto de la historia del teatro no establece diálogo con la academia oficial  y es evidente su alejamiento en las pesquisas de las grandes bibliotecas, academias de literatura, artes y humanidades. Logrando negar casi por completo el origen de nuestra narrativa, ya bien por no comprender lo colectivo  o por no entrar en las categorizaciones canónicas de la escritura dramática. 

Rescatar así estas narraciones inscritas en el universo simbólico de  nuestras teatralidades  originarias haciendo una relectura desde las oralidades me lleva a constatar que existen cicatrices culturales como forma de textualidad. Y fue ahí en esta figura de las cicatrices como herida  que se evidenció el cuerpo como una clave de análisis. y como resultante nos detuvimos en puntos “entrecruzados” de la inter textualidad de esas cicatrices íntimas e históricas expuestas poéticamente en una escena. Se presenció un cuerpo que dice y desdice desde una acción muchas veces cantada y danzada.  

Fue esta unión simbiótica la prueba que todos los acontecimientos teatrables escogidos para su análisis están en el umbral entre presentación-representación, entre sueño y vigilia, entre palabra oral y acción dramática. Para así encontrar enlaces en los discursos actuales de creación dramática: el cómo fue o está siendo su representación, actuación, espacio escénico y palabra dramática que pone estas voces como protagonistas; demostrando cómo permean sin duda la evolución de las artes vivas en nuestro país.

 

PLIEGUES

La oralidad

La oralidad se asumió aquí como nueva teatralidad, ella nos informó cómo funciona la memoria de los grupos étnicos como una cultura viva. Produciendo nuevas narrativas que dan respuestas al rumbo que plantea el siglo mediante umbrales de producciones vivas.  De ahí la importancia de revisitar estos rituales como Etno dramaturgias de Abyayala para el teatro como espacio de expectación política y cultural.

Llegamos entonces a un corpus primigenio  los cuales nos permitió visibilizar la palabra que camina como lenguaje teatral hecha acción. Revelándose que la palabra es un acto performativo íntimo, pero en comunidad. Recordemos que la teatralidad expandida al igual que la oralitura pone en relevancia la palabra viva. La palabra se sigue enunciando y transformando cada vez que se narra, lo que permite la continuidad de las relaciones culturales y la identificación de los roles sociales desde la tradición (Niño, 1997).[2]

Invito a los posibles interesados a estudiar lo que aún queda no solo de leyendas esporádicamente recogidas en una región, sino las que poseen todavía las múltiples etnias indígenas del continente; ello permitiría establecer distribuciones interesantes de los numerosos temas que plantea la oralitura indígena y aclararía la esencia de argumentos y personajes que aparecen solo nombrados en los estudios antropológicos, hilando mejor las estructuras de una posible etnodramaturgia del continente y por fin una posible inclusión en el canon teatral. Es entonces pertinente que la interpretación de estas expresiones artísticas no separe la estética de la vida en la comunidad, que parta de la escucha de su cosmovisión y su cosmogonía.

 

 La oralidad negra: la historia no escuchada

Lo examinado en el capítulo de Sembrando pensamiento del libro,  permite observar la reflexión histórica  que negó sistemáticamente la existencia de una cultura afrocolombiana: sus formas de organización social y cultural alrededor de la tradición oral o  «Arte literario», como  llamó Rogelio Velázquez a la oralidad. 

A lo que me refiero en ese capítulo es al entendimiento de la tradición oral afrocolombiana como organizadora de relaciones sociales y culturales en el territorio colombiano. Considero que esta construcción de sentido se suma a otras sobre el territorio, a las que Arturo Escobar (2008) ha denominado estrategias subalternas de localización (subaltern strategies of localization) (p.59), se trata de modelos o pensamientos alternativos de vida y sociedad que disputan y proponen significados distintos a los promovidos por el capitalismo y la modernidad.

Recuperar los planteamientos de Zapata Olivella y de Rogelio Velásquez fue relevante en la pesquisa, ya que ellos desmitificaron conceptos hegemónicos y alertaron los cambios que se desarrollaron en finales del siglo XX. De esta dualidad surgieron las principales construcciones de la cultura que identifican los pueblos afros latinoamericanos; en palabras de Zapata Olivella: “América se negreó con los africanos, no por su piel negra, sino por su rebeldía, sus luchas anti-esclavistas, su unión con el indio para combatir al opresor, por sus tambores y Orichas guerreros, por sus pregones, por su músculo, por su inquebrantable optimismo de pueblo vencedor.” (Zapata, 2005, p.330)

Así, burlando el sistema esclavista a través de la participación en las fiestas de los santos católicos, los africanos lograron crear hermandades y cofradías que fueron toleradas, entre otros motivos, por la creencia en la adaptación de los africanos a los modelos religiosos hegemónicos. Subvirtieron el orden establecido, africanizado la religión de sus amos, evidenciando toda una teatralidad expandida sin analizar  hoy  en día en sus obras.

Los tópicos abordados por estos intelectuales, orientan al reencuentro de respuestas de una perspectiva relacional en las obras de las voces negras, pues no se trataba solamente de Colombia, sino de la amplia diáspora forzada de los africanos en diferentes territorios caribeños y latinoamericanos. Como es el caso de Kayoi (1942) de José Gaviria, que toca el tema de Haití. Así, como varias de las obras del maestro Enrique Buenaventura.

Es la búsqueda del entendimiento de tales voces, la lectura aquí propuesta;  se intenta identificar estos  microcosmos de los valores africanos traídos a las Américas que se puede percibir en su teatro como fuerza  importante que ha tenido su transmisión hasta el presente, pues tales valores continúan dinamizando las diversas formas de expresión artísticas de las culturas afrodescendientes en todo el continente, mejor dicho, continúan alimentando las culturas locales. Entonces es la fuerza de estas teatralidades expandidas lo que llama la atención sobre los intelectuales:  Rogelio Velásquez y Manuel Zapata Olivella, sus conceptos y reflexiones que aún no se indagan en profundidad en el teatro, ni siquiera  en su pensamiento filosófico  sobre las herencias africanas.

EL ALEC :


A partir de las oralidades afro, se indagó en la cultura, tradiciones y representación desde el interior de estas, por medio del ALEC cantos de velorio (gualíes, alabaos, arrullos y décimas) y las compilaciones de Rogelio Velázquez (1959) en el Pacífico, hasta la oralidad de las islas de San Andrés, revalorando acontecimientos y personajes de su teatralidad vistos hasta hoy parcialmente por la historia oficial.

Las voces negras des velaron mentalidades orales que se expresan en la supervivencia y la recreación cultural. Por eso, son muestra de una teatralidad fronteriza que se recrea, se reelabora y se transforma. La liberación de la palabra comienza en los acontecimientos cotidianos de la vida y de la muerte, se encuentra dentro de las leyendas, en los relatos, juegos, rondas y es a partir de esta liberación como se puede hablar de un saber colectivo y no de la voz de un autor individual.

Entonces es en esta teatralidad natural en donde aparece el mito de la cultura negra de nuestro territorio colombiano, es una realidad viviente, que se representa en la transmisión permanente a las nuevas generaciones. Las historias contadas son también realidades vividas, por lo tanto, son teatralidades fronterizas prestas hacer visibilizadas.

Es decir, este patrimonio ha transitado por mundos rurales y se ha actualizado para hacerse más cercano a los parámetros estéticos de hoy, sirviendo así a nuevos escenarios dentro de su comunidad, para construir nuevas ruralidades que ahora son urbanas y hasta globales.

Sabemos que hoy a causa de nuestra historia del desplazamiento, estas culturas han tenido que emigrar hacia las capitales o asentamientos fuera de sus territorios de origen. La población afro reside en espacios urbanos como Bogotá, Medellín, Cali, Pereira y ciudades intermedias. Y son muchos los grupos culturales que están recurriendo a la tradición oral, escenificando las voces vivas que conocen del pasado para mantener su identidad étnica y cultural. Convirtiéndose en los nuevos Griots de la modernidad, que llevan sus romances, sus mensajes, sus cantos a múltiples escenarios. Siendo muestra de las dramaturgias expandidas por analizar.

Esperando que estos referentes de la oralidad negra abran un espacio para que los estudiosos del teatro miren con otros ojos sus particularidades performativas, musicales, literarias y rituales de las culturas afro de América Latina. Importante recordar como varios autores, tanto de los clásicos como los contemporáneos, incluyen estos cantos en sus obras teatrales desde Candelario Obeso (1849-1884) hasta los ecos de hoy. 

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 Las voces clásicas en Lobby 

La frontera en este pliegue la situamos desde un lugar privilegiado de la intelectualidad, sin embargo, la discriminación dentro de sus mismas obras, dan cuenta de una visión del mundo sesgada y muestran el acervo cultural que formó a los creadores dramáticos de finales del siglo XIX y principios del XX así como sus posibles lectores que legitimaron las obras.

Encontrando así que la voz en el teatro de esa época, independiente del buen uso de las reglas dramáticas o copias fieles de la escritura francesa, velan una voz cautiva que intenta desesperadamente expresarse aún entre líneas de los acartonados formatos europeizantes.  Lo anterior se hace evidente en el desarrollo de la trama o en acotaciones aclaratorias en sus textos, marcando las fronteras culturales y testimoniales de estas voces. Entonces para el territorio central sus voces fueron exiliadas por sus propios iguales, los llamados criollos, a espacios donde su cuerpo-voz-memoria no pudiera ser escuchada.

Aplicando la sospecha desde la otra hermenéutica, es importante resaltar cómo los textos de autoría criolla son recurrentes en recluir la voz indígena y negra a lugares fronterizos, por fuera del relato de nación, como si no recordarán que fueron ellos los que pelearon en las guerras del pasado contra los conquistadores y fue por ellos que se ganó la tan celebrada independencia. 

Este recorrido por los cuerpos de las obras dramáticas escogidas de los llamados clásicos nos permitió cuestionar la legitimidad del Estado colonial y neocolonial, fundados en la violencia. Siendo los textos un rastro documental de cómo la conquista sigue siendo una gran cicatriz para la sociedad y la teatralidad de sus voces lo evidencia. Así como la actual relación con los pueblos raizales que confrontan la construcción de nación de los letrados que aún hoy creen en la “alta cultura”. Lastimosamente en la actualidad siguen siendo considerados ciudadanos de segunda, confirmando de nuevo  que el lugar de la interculturalidad sigue sin reconocerse.

Sin embargo, los textos recogidos en este corpus en Lobby posibilitan una descentralización de estas fronteras impermeables  que aún hoy como en el pasado, sigue sin abrir sé a nuevas lecturas  de etno ficción.

En el corpus de este pliegue encontraremos las obras: Max Grillo (1868-1949) y su Raza vencida (1905), Fray Francisco de Igualada (1895 -1966) con Chohi (1939), Zuma (1882) de Waldina Ponce (1802-1829), Candelario Obeso (1849-1884) con Secundino el Zapatero (1878) y su poema dramático Lucha por la vida (1892),  Jacinto Albarracín (1876-1920) con Por el honor de una india (1917), Claver (1961) y La Gaitana (1937) de Oswaldo Díaz (1910-1967), la ópera de Furatena (1942) de Guillermo Uribe (1880-1971), José Enrique Gaviria  (1890- 1959) escribe Kaiyou (1942), y Chonta (1947) de Gerardo Valencia (1911-1984), entre otras (Ver cuadro anexo).

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Estas voces llamadas  en Lobby,   tanto negras como indígenas, siguen en las sombras sin ser escenificadas . Son como fantasmas  que nos acechan detrás de los estantes de las bibliotecas. Sus dramas son el síntoma de una honda huella de la conquista y la esclavitud, de una violencia que trata de ser atenuada, dulcificada, legitimada, pero cuya perturbadora memoria nos asalta  en la imposibilidad  de negarlas hoy en día. 

 El cambio de lugar de enunciación da espacio para una reflexión crítica sobre el pasado y revela la contradicción sobre la polaridad en la identidad que nos convoca como mestizos. Parece sigue siendo  muy complejo su reconocimiento dentro de un relato de nación  que se mantiene  de espaldas a la identidad abyayalence.

         Les mayores:

En la III parte transitamos por las fronteras liminales de la idealización de lo indígena y la búsqueda de identidad nacional de los años 70, que nos dio claves de la propia desazón del proyecto de la modernidad y el orden neocolonial de nuestras cartografías. 

Aparece el Nuevo Teatro como una de las tendencias que constituyen ese ámbito heterogéneo que sería el llamado Teatro Moderno. A grandes rasgos, puede afirmarse que su espíritu experimental apuntó a la renovación de los lenguajes artísticos y surge de una necesidad de reaccionar en contra del realismo y el naturalismo de épocas anteriores.

El recorrido que hicimos en este corpus de Les mayores se dirigió a anotar aspectos de la usurpación o traducción de las otras voces, También se evidenció la vasta pluma femenina aún hoy sin revelar y la importancia del teatro callejero en la historia no contada.

Quiero detenerme a honrar la memoria del maestro Fernando González Cajiao, por el legado de su fondo y  los aportes de sus investigaciones sobre el teatro en Colombia a finales de los ochenta. El  abrió un abanico de importantes reflexiones del teatro del continente, nunca mencionados en los cánones oficiales. 

Esperando esta investigación seduzca a los interesados, ya que quedan por revelar algunos aportes que son claves en la historia no contada del teatro, para mitigar de algún modo los olvidos hechos a nuestra memoria escénica por los responsables de transmitir la historia a las nuevas creadoras. como lo sugirió en su tiempo Fernando González Cajiao: “(…) concebir el teatro en forma menos eurocéntrica, atenta a las particularidades históricas y culturales de las diversas tradiciones dramáticas” (Cajiao, 1988, p.671)

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Ecos: El grito mudo de las otras voces

Encontramos gratamente que las categorías actuales de las teatralidades están más cerca de una memoria del ritual,del mito transformador  que al concepto de teatro realista del siglo XIX. Por lo tanto, revisitar hoy la oralidad primigenia es más que pertinente.


Las voces amerindias y afro siguen siendo narraciones vigentes que cuentan historias cotidianas, para el jolgorio y para el amor; desde la desesperanza y hacia la posibilidad de soñar nuevos mundos. Encontramos en este recorrido  un espacio sui generis en lo particular del continente, quizá sea este el aspecto de mayor relevancia de este análisis; ya que al penetrar las fronteras culturales/académicas y creativas nacionales  se fueron  abriendo ventanas  globales  para las voces afro y  amerindias.  Siendo ellas  mismas muestras de la historia de un  cuerpo-voz-memoria en  comunión entre lo real y lo espiritual, entre lo práctico y lo fantástico, entre lo sagrado y lo profano de un pensamiento nuestro identitario ; en fin,  se demostró que  tenemos  culturas vivas  que se manifiestan en la Liminalidad de los seres, lugares y temporalidades dentro de la teatralidad intercultural del continente lo que justifica el intercambio y circulación de esas nuevas lecturas y creaciones de manera más universal.

En fin, la importancia otorgada aquí a las Otras voces  no solo  tiene el  propósito de establecer un hecho histórico del pasado, si no quizá lo más importante es amplificar las voces subalternas hoy-  ECOS - y por fin reconocer  a Les creadores/as, que sitúan a las otras voces en el papel de hablantes, les dan el derecho a crear sus propias narrativas y desvelan su linaje oculto en sus cuerpos actuantes. 

Asi  se permea las fronteras antes inviolables y se juegan un papel sociocultural más incluyente  de y para las comunidades a las que pertenecen. Es en este reconocimiento de las influencias ancestrales del territorio  como contenido cultural imbricado  de  etnias, que podremos salir de las taxonomías de los estudios antropológicos o etnográficos y esta orgullosos de la estética teatrable que nos compone .

Es en la re -visión de los linajes negros, indígenas y mestizos, que podremos escuchar la Otra verdad que no conocemos, y por supuesto en la escucha  atenta de la palabra oral como fuerza iniciática de la teatralidad más viva que finalmente  podemos llevar el conocimiento que brindan las Otras voces en las teatralidades periféricas de la historia teatral . 

Última consideración

Por todo lo anterior, el estudio del teatro se estás otras voces es imprescindible hacerlo parte de los modelos educativos y analíticos creados para la escena, es fundamental para establecer nuevas narrativas críticas y de reconocimiento sobre nuestra cultura. El paso del tiempo no puede convertir las creaciones artísticas en acciones fijas e inmutables. 

Por ende, el paso de las distintas generaciones y sus linajes deben dar cuenta del poder del mestizaje :  la diversidad de las culturas que habitan en cada cuerpo, cuerpos que sumados a la fuerza que trae consigo la mezcla de la mezcla, hacen necesario su revisión y lectura. Así como la adaptación y transformación de los modelos y categorías teatrales hasta ahora vigentes. Desde este postulado, se puede afirmar que las teatralidades de estas voces deben redefinirse por la creatividad cultural que en sí misma encierran, no por modelos traídos de fuera. La verdadera inserción a la modernidad del mundo se hace evidente cuando los distintos grupos reconocen y respetan lo común y lo disímil, desde ello, lo local se hace universal.

Por último, solo si se incluyen estas voces en los currículums de las escuelas de arte escénico, literatura y estudios culturales, podrán por fin ser escuchadas sus voces conformando la conciencia lo que realmente somos.

Y tal vez como nos dijo Zapata sobre la teoría del hombre cósmico americano, de Vasconcelos: “(...) considerarla como un ser en espiral multiétnico que viene ascendiendo, y tal vez regresando, entre dos puntos que bien pudieran no tener principio ni fin” (Zapata, 1988).


NOTA: Así ya cerrando este resumen sobre el libro teatralidades originarias :otras voces. no olviden   revisar  el índice referencial acotado donde encontraran los ecos de estas voces, que apoyados por la técnica multimedia, incluye 10 pódcast de 30 minutos con entrevistas a los creadores actuales y dos cortos videos;  tipo documental del proceso y de la autora de esta investigación, y un segundo que es una charla con especialistas del teatro sobre el tema de las otras voces: Carlos José Reyes, Ernesto Machler Tobar, Víctor Viviescas y la tutora Luz Marina Rivas. Para ellos un profundo agradecimiento a su complicidad académica.

Mesa investigadores: Luz marina  rivas , Ernesto Machelr  Tobar, Carlos Jose Reyes, Victor Viviescas :  https://youtu.be/RQj29EwY1eo


  • [2] Niño, Hugo. Primitivos relatos contados otra vez. Biblioteca Básica Colombiana de Cultura. Colección Popular. Instituto colombiano de Cultura. Bogotá.1977.

Entrevista  con  algunos ecos:

https://www.mixcloud.com/otrasvoces2021/otras-voces-con-grupo-enrique-berbeo-y-cristina-pimiento-miembros-fundadores-de-jayeechi-guajira/ https://www.mixcloud.com/otrasvoces2021/otras-voces-con-beatriz-camargo/https://www.mixcloud.com/otrasvoces2021/otras-voces-con-ariline-byscaine/https://www.mixcloud.com/otrasvoces2021/voces-afro-con-rodrigo-velez/ https://www.mixcloud.com/otrasvoces2021/otras-voces-con-grupo-paloq-sea-y-platino-teatro/